lunes, 12 de noviembre de 2012

Como atender la confusión empresarial.

Los empresarios están expuestos todo momento a diversos consejos para “mejorar su rendimiento empresarial”. Si pusiéramos atención a cuanta gente nos sugiere “como mejorar el negocio" nos encontraríamos perdidos.
Se exige demasiado al empresario que presumiblemente tenga que ser experto en demasiadas áreas del funcionamiento de la empresa.
Todos tienen una opinión, resulta que "puse mi negocio para lograr un beneficio económico, pero ahora tengo que ser un experto en recursos humanos, en la administración y finanzas, porque si no quiebro; en producción, porque sino hago cosas que no le gusta a la gente; también tengo que saber de ventas y de marketing". También, nos ponemos a hacer cursos de planeamiento estratégico avanzado, de coaching ontológico, porque primero tengo que saber sobre el “ser”, gerenciamiento empresario, etc. Tengo que ser demasiado bueno para demasiadas cosas. Entonces acá es donde caemos en una confusión y no nos damos cuenta que estamos trabajando para la empresa, tal como lo describimos en el cuadrante 2.
Para salir de esta confusión tenemos que poner las cosas en su lugar y para ello podemos basarnos en tres pilares.
Primero formar nuestro equipo de trabajo. Esto es algo parecido a un equipo de fútbol  hay un director técnico que dirige, y un equipo que juega bajo sus lineamientos. Ahora bien, seria lógico pensar que el proyecto de Steve Jobs, ¿lo logro solo? Indudablemente no, una de sus tantas cualidades es que sabía formar equipo. El concepto de valores compartidos, lo tenia muy presente. Entonces una de las cosas que tenemos que hacer es formar nuestro equipo y poner a los mejores jugadores en el lugar donde más rinden. Indudablemente si pienso que un atacante es mi mejor jugador porque mete todos los goles, no rendiría igual si lo pongo a atajar. Seguramente como hincha de un equipo de fútbol  voy a querer que el director técnico ponga los mejores jugadores en sus correspondientes puestos,  y que cada uno sume valor. El resultado de este funcionamiento nos lleva a un valor compartido que va a ser uno de nuestros diferenciales para competir.
El segundo aspecto a tener en cuenta es el de la “Innovación Permanente”. Con esto me quiero referir en que permanentemente tenemos que fijar y ajustar el posicionamiento de la empresa, es decir hacia donde quiero ir, porque una vez que tenemos definido esto, vamos a poder buscar el mejor camino para alcanzarlo. Las personas mas adecuadas para definir los lineamientos estratégicos, que va a ser otro diferencial ante la competencia, son los propios empresarios o directivos, porque pueden analizar y comprender mejor los mercados. Pero para esto tienen que trabajar en lo que mas saben y no dar vueltas con lo operativo.
El tercer término a tener en cuenta es la transmisión de esas estrategias hacia todo nuestro equipo para lograr alinear los objetivos de la empresa con los del personal, para seguir fortaleciendo el “valor compartido”.
Tengamos en cuenta que no es lo mismo “liderar que dirigir”, tal como lo vimos en el cuadrante 4 y que todo lo que hacemos si no lo transmitimos bien será en vano.
Antes de terminar este articulo, seria bueno hacer una reflexión. Tengamos en cuenta que para poder cambiar,  no es necesario contar con grandes presupuesto. En el cuadrante 1 tenemos algunos ejemplos de grandes empresas que seguramente no les falto dinero, solamente se quedaron ciegos y no supieron cambiar el enfoque del negocio.

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